(del amigo y del amado)
1. Se abre la suelta flor de mi alegría,
se abre con su aventura;
es la más fina posesión del día,
su encendida locura;
se abre... porque de nieblas del invierno
y sellado letargo
llega el amor -el jubiloso eterno-
con este deslumbrante beso largo...
1. Se abre la suelta flor de mi alegría,
se abre con su aventura;
es la más fina posesión del día,
su encendida locura;
se abre... porque de nieblas del invierno
y sellado letargo
llega el amor -el jubiloso eterno-
con este deslumbrante beso largo...
Maduro está el rosal en sus ardores,
madura la corona de la espiga,
beben un aire azul los labradores
y descansa la hormiga;
escogidas distancias
celebran golondrinas forasteras,
y cálidas fragancias
dan a mi pecho todas las praderas
madura la corona de la espiga,
beben un aire azul los labradores
y descansa la hormiga;
escogidas distancias
celebran golondrinas forasteras,
y cálidas fragancias
dan a mi pecho todas las praderas
Ni mayo con sus leves mariposas
ni junio con sus grillos
tienen -como este agosto de mis rosas-
tan hondos amarillos;
ya viene el corazón de la arboleda,
ya viene... palpitante,
trayendo paraísos de reseda
y el tímido candor del agua errante.
ni junio con sus grillos
tienen -como este agosto de mis rosas-
tan hondos amarillos;
ya viene el corazón de la arboleda,
ya viene... palpitante,
trayendo paraísos de reseda
y el tímido candor del agua errante.
Sobre apretada hostilidad de abrojos
el salto de la cierva;
perdidos en olor de lirios rojos
tres duendes de la yerba;
el huésped de la luz regocijado
bajo el día sonoro
descubre en mi cintura, en mi costado,
el revivir de sus abejas de oro.
el salto de la cierva;
perdidos en olor de lirios rojos
tres duendes de la yerba;
el huésped de la luz regocijado
bajo el día sonoro
descubre en mi cintura, en mi costado,
el revivir de sus abejas de oro.