Llevándote mis sienes
y el rumor de una oculta marejada,
en
sombra que mantienes
hunde rosa quemada
y es flauta limpia en limpia madrugada.
Para el tiempo que viene
promete el corazón del verde grano,
el eco que sostiene
memorias de un
verano
y estas liras pulsantes en mi mano.