Abad de Zarzuela, comisteis la olla, pedís la cazuela. Refrán que reprende a los que, no contentos con lo necesario, piden las cosas superfluas.
Abad avariento, por un bodigo pierde ciento. Advierte que la avaricia redunda por lo común en daño del avariento.
Abad y ballestero, mal para los moros. Da a entender que si el superior es pendenciero, no les irá bien a los súbditos.
Como canta el abad, responde el sacristán. Los inferiores, por lo común, se acomodan al dictamen de los superiores, e imitan sus costumbres.
El abad de Bamba, lo que no puede comer dálo por su alma. Moteja a los que sólo dan lo que no les puede aprovechar.
El abad, de lo que canta yanta. Denota, cada uno debe vivir y sustentarse de su trabajos.
Si bien canta el abad, no le va en zaga el monacillo. Denota, hablando de dos personas, que la una es tan mala como la otra.