Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza,
a ti, celestial, Princesa,
Virgen sagrada María
te ofrezco desde este día
mi alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Oración. Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que ha acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas favorablemente. Amén.
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza,
a ti, celestial, Princesa,
Virgen sagrada María
te ofrezco desde este día
mi alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Oración. Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que ha acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas favorablemente. Amén.