•Nadie escarmienta en cabeza ajena.
•Nadie escucharía si no fuera porque aguarda su turno para hablar. Edgar Howe
•Nadie está a cargo de tu feli ¡cidad excepto tu mismo.
•Nadie está contento con su suerte.
•Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado. George Eliot
•Nadie está más vacío que quien está lleno de sí mismo.
•Nadie está obligado a lo imposible.
•Nadie experimenta en cabeza ajena.
•Nadie extienda la pierna sino hasta donde la sábana llega.
•Nadie extienda más la pierna, de cuando fuere larga la sábana.
•Nadie fue escaso para quien bien quiso.
•Nadie ha visto el día de mañana.
•Nadie hable mal del día, hasta que la noche llegue.
•Nadie hay más vacio, que aquel que está lleno de sí mismo.
•Nadie, ladrando a la luna, alcanza amor ni fortuna.
•Nadie le da vela en este entierro.
•Nadie le dio la vara; él se hizo alcalde, y manda. Contra los que se aúpan sin permiso a una posición inmerecida. En general, el refrán denuncia la arrogancia y el entremetimiento de quienes se hacen con el poder de aquello que no les corresponde o se inmiscuyen con talante autoritario en asuntos que no son de su incumbencia.
•Nadie murmure de nadie, que somos de carne humana, y no hay pelleja de aceite que no tenga su botana (remiendo).