Cuanto vales, valor agregado
Tu no eres tu casa, ni tu trabajo, sino que debes ser como la moneda estable y esto se logra con estabilidad, con equilibrio y sabiduría.
Sobretodo, con valorarte. Toda tu fortuna es lo que logres como persona, como un ser único, no serás don dinero, pero si único y con gran valor.
Valórate, ten tu precio por ti mismo, no por lo que te rodea. Observa y analiza si tus amigos te quieren, si tu familia te aprecia, por ti mismo. Eso es lo importante, por ti mismo.
Si logras tener un alto precio al final de tu análisis, la vida no habrá transcurrido en vano para ti.
Tu no eres tu casa, ni tu trabajo, sino que debes ser como la moneda estable y esto se logra con estabilidad, con equilibrio y sabiduría.
Sobretodo, con valorarte. Toda tu fortuna es lo que logres como persona, como un ser único, no serás don dinero, pero si único y con gran valor.
Valórate, ten tu precio por ti mismo, no por lo que te rodea. Observa y analiza si tus amigos te quieren, si tu familia te aprecia, por ti mismo. Eso es lo importante, por ti mismo.
Si logras tener un alto precio al final de tu análisis, la vida no habrá transcurrido en vano para ti.
Lo más importante que has dicho, le dijo mirando al oyente que le respondió, es que tienes proyectos, experiencia a lo que debes agregarle cuanto haz crecido realmente.
Por ello, amigos míos, dijo el Maestro: Sean como este billete de 100 dólares y como en la última pregunta todos sonrieron y nadie levantó el brazo, lo guardaré.
Eleven su precio, tengan por seguro que el oro brilla solo, todos lo notarán, si ustedes aumentan su valor.
Don dinero es un poema de la época medieval de Francisco de Quevedo, que empieza así:
Poderoso caballero
es don Dinero.
Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Por ello, amigos míos, dijo el Maestro: Sean como este billete de 100 dólares y como en la última pregunta todos sonrieron y nadie levantó el brazo, lo guardaré.
Eleven su precio, tengan por seguro que el oro brilla solo, todos lo notarán, si ustedes aumentan su valor.
Don dinero es un poema de la época medieval de Francisco de Quevedo, que empieza así:
Poderoso caballero
es don Dinero.
Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.