CON FLORES A PORFÍA.
Cansados ya de cortar y pegar y como se acercaba el mes de mayo, unos cuantos nueceros y nueceras, un montoriano y otros individuos de lugares lejanos se citaron por interné y se juntaron en La Nuez. Se presentaron Victoria Serna, Pepepaco, el abuelo, Las Matas, Walter, Maverik, antonio, lucía Serna, Fernando, Saeta, El Berezal, 4519, Hono, y otros muchos con la intención de recoger flores para llevarlas a Porfía y ofrecérselas a María. Porfía era una profunda caverna en un lugar secreto donde se decía que solía aparecerse la virgen a los pastores, que sólo conocía el tal Hono, que se ofreció para guiarles.
Unos se fueron a Las Matas a coger peculillos, otros a Prao Rodrigo a por churulitas y calderones (las churulitas ya se habían marchitado), Berezosa se fue al pago del mismo nombre a por clavelinas, Walter y Maverik querían a toda costa coger jamelgos, y lecherines, pero no sabían que sólo sirven para los conejos, y además se perdieron porque no conocían el terreno. Orquidea se fue a la Pinza en busca de sus flores preferidas pero se extravió entre el follaje y se la dio por desaparecida. Hono prefirió irse al término de su pueblo a buscar casadillas, a Las Tobas, porque recordaba que solían las niñas ofrecer con ellas. Por desgracia no habían salido entodavía y so volvió con las manos vacías.
Ya con sus ramilletes en la mano y disfrazados de pastorcillos se encaminaron a Porfía, guiados por muchos vericuetos por el que decía llamarse Hono. Mientras caminaban ya iban ensayando la canción que iban a cantar a María:
Venid y vamos todos con flores a Porfía,
con flores a María, que Madre nuestra es,
que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella,
más que la luna, bella, postrados a tus pies.
Venimos a ofrecerte las flores de este suelo,
con cuánto amor y anhelo, Señora, tú lo ves, etc.
Cansados ya de cortar y pegar y como se acercaba el mes de mayo, unos cuantos nueceros y nueceras, un montoriano y otros individuos de lugares lejanos se citaron por interné y se juntaron en La Nuez. Se presentaron Victoria Serna, Pepepaco, el abuelo, Las Matas, Walter, Maverik, antonio, lucía Serna, Fernando, Saeta, El Berezal, 4519, Hono, y otros muchos con la intención de recoger flores para llevarlas a Porfía y ofrecérselas a María. Porfía era una profunda caverna en un lugar secreto donde se decía que solía aparecerse la virgen a los pastores, que sólo conocía el tal Hono, que se ofreció para guiarles.
Unos se fueron a Las Matas a coger peculillos, otros a Prao Rodrigo a por churulitas y calderones (las churulitas ya se habían marchitado), Berezosa se fue al pago del mismo nombre a por clavelinas, Walter y Maverik querían a toda costa coger jamelgos, y lecherines, pero no sabían que sólo sirven para los conejos, y además se perdieron porque no conocían el terreno. Orquidea se fue a la Pinza en busca de sus flores preferidas pero se extravió entre el follaje y se la dio por desaparecida. Hono prefirió irse al término de su pueblo a buscar casadillas, a Las Tobas, porque recordaba que solían las niñas ofrecer con ellas. Por desgracia no habían salido entodavía y so volvió con las manos vacías.
Ya con sus ramilletes en la mano y disfrazados de pastorcillos se encaminaron a Porfía, guiados por muchos vericuetos por el que decía llamarse Hono. Mientras caminaban ya iban ensayando la canción que iban a cantar a María:
Venid y vamos todos con flores a Porfía,
con flores a María, que Madre nuestra es,
que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella,
más que la luna, bella, postrados a tus pies.
Venimos a ofrecerte las flores de este suelo,
con cuánto amor y anhelo, Señora, tú lo ves, etc.