Dime cómo te saco de mi mente, cómo dejo de pensar en ti, cómo te saco de mis sueños, cómo hago para alejarme de ti, cómo le explico a mi pobre corazón que tú no serás para mi.
Dos miradas que se cruzan en silencio son el beso de dos almas que se aman.
Duele amarte, pero me duele más no poder decirtelo por miedo a que me rechaces.
Bendito sea el àrbol de donde sacaron la madera para hacer la cuna sobre la que te mecieron!