Puedo llenar de plumas
la sala abandonada
por cuantos acudían diariamente
a beber tu belleza de una copa,
a aspirar tu virtud en un arpegio.
Lo pondré todo, amigo,
en las manos de Dios, el gran poeta
que escribe con las risas y las lágrimas
de todo el universo,
porque aguardar la curación es vana
esperanza de incrédulos
si su voz no la otorga.
Pide en mi nombre a los amigos
que beben a la luz de las estrellas
que derramen sus copas
por amor de la llama que se apaga.
la sala abandonada
por cuantos acudían diariamente
a beber tu belleza de una copa,
a aspirar tu virtud en un arpegio.
Lo pondré todo, amigo,
en las manos de Dios, el gran poeta
que escribe con las risas y las lágrimas
de todo el universo,
porque aguardar la curación es vana
esperanza de incrédulos
si su voz no la otorga.
Pide en mi nombre a los amigos
que beben a la luz de las estrellas
que derramen sus copas
por amor de la llama que se apaga.