¿Es cierto que un huevo de gallina puede convertirse en una brillante alhaja plateada?
Sí, y para lograrlo sólo se necesita una vela, una jarra de agua y, obviamente, un huevo. Una vez encendida la vela, sostén el huevo con los dedos pulgar e índice –los aprensivos pueden utilizar unas tenacillas de barbacoa– y acércalo a la llama. Ve moviendo el huevo lentamente mientras te aseguras de que se ennegrece uniformemente. Cuando el huevo se haya vuelto totalmente negro, déjalo enfriar unos 10 minutos y depués mételo en la jarra de agua. Observarás cómo toma una tonalidad brillante y bruñida, de apariencia metálica.
La explicación. La llama hace que el huevo se cubra de una finísima capa de hollín mezclada con algo de parafina de la vela. Luego, al sumergirlo en el agua, se crea una delgada película de aire a su alrededor que impide que el agua toque el huevo. La reflexión de la luz hace que veamos un huevo plateado.
Sí, y para lograrlo sólo se necesita una vela, una jarra de agua y, obviamente, un huevo. Una vez encendida la vela, sostén el huevo con los dedos pulgar e índice –los aprensivos pueden utilizar unas tenacillas de barbacoa– y acércalo a la llama. Ve moviendo el huevo lentamente mientras te aseguras de que se ennegrece uniformemente. Cuando el huevo se haya vuelto totalmente negro, déjalo enfriar unos 10 minutos y depués mételo en la jarra de agua. Observarás cómo toma una tonalidad brillante y bruñida, de apariencia metálica.
La explicación. La llama hace que el huevo se cubra de una finísima capa de hollín mezclada con algo de parafina de la vela. Luego, al sumergirlo en el agua, se crea una delgada película de aire a su alrededor que impide que el agua toque el huevo. La reflexión de la luz hace que veamos un huevo plateado.