Tocayo.
Según el Diccionario, se dice respecto de una persona, otra que tiene el mismo nombre. Esta palabra tiene su origen en la fórmula que empleaban los romanos en el matrimonio de confarreación (confarreatio), celebración solemne reservada a los patricios. Cuando la comitiva nupcial llegaba a la puerta de la casa del futuro marido, éste, saliendo a su encuentro, preguntaba a la que iba a ser su esposa:
- ¿Quién eres tú?
Y ella respondía con la siguiente frase sacramental:
- Ubi tu Cayus, ibi ego Caya (En donde tú seas llamado Cayo, a mí me llamarán Caya).
Con esta frase, el matrimonio se decía algo así como que “allí donde tú y yo estmos, seremos iguales, sin que nos diferenciemos ni en el nombre”. O sea que eran tocayos.
Según el Diccionario, se dice respecto de una persona, otra que tiene el mismo nombre. Esta palabra tiene su origen en la fórmula que empleaban los romanos en el matrimonio de confarreación (confarreatio), celebración solemne reservada a los patricios. Cuando la comitiva nupcial llegaba a la puerta de la casa del futuro marido, éste, saliendo a su encuentro, preguntaba a la que iba a ser su esposa:
- ¿Quién eres tú?
Y ella respondía con la siguiente frase sacramental:
- Ubi tu Cayus, ibi ego Caya (En donde tú seas llamado Cayo, a mí me llamarán Caya).
Con esta frase, el matrimonio se decía algo así como que “allí donde tú y yo estmos, seremos iguales, sin que nos diferenciemos ni en el nombre”. O sea que eran tocayos.