Soy el amor que pasa... pero soy el amor.
Si es una aventura miserable, todo el pueblo, toda la ciudad acude; pero si es un rayo de hermosura que viene a herir nuestro ojo, o un rayo de amor que viene a iluminar nuestro corazón, nadie se ocupa de ello.
La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo.