-25% solo aquí

LA NUEZ DE ARRIBA: el rumor de la resaca....

Cacería

(El portillo de los diablos)

Tres valientes caballeros.

cazadores afamados.

a otros cuatro cazadores

galantemente invitaron.

para una gran cacería.

que ellos habían proyectado.

Al momento se reunieron.

los siguientes invitados.

Acacio el que tanto caza.

el valiente Estanislao

el gran Severiano Sánchez.

el diestro don Anastasio.

el bravo Joaquín Iglesias.

y otro señor que me callo.

a fin de tomar acuerdos.

en sesión se congregaron

y así dijo don Matías.

señores está indicado.

que sea general y jefe.

el señor Estanislao.

porque supongo señores.

que conoce palmo a palmo.

el terreno en que a las fieras.

a buscar en breve vamos.

no, no, contestaron todos.

el general indicado.

para esta clase de caza.

debe ser don Anastasio.

y por tanto general.

queda este señor nombrado.

bien, contestó don Matías.

pues todos pronto a caballo.

que las fieras en el coto.

deben estar esperando.

a las diez de la mañana

que en verdad no es muy temprano.

al portillo del gitano.

y llegaba la turba ufana.

al ver tanto cazadores.

con intenciones guerreras.

debieron temblar las fieras.

de aquellos alrededores.

y un espanto sin igual.

debieron también sentir.

si es que llegaron a huir.

la voz de aquel general.

pues, tal miedo le tenían.

que las fieras más cerriles.

temblaban en sus cubiles.

si a don Anastasio oían.

por el general aquel.

es tan bravo cazador.

que la muerte y el temor.

van siempre dónde va él.

con razón tiene él a gala.

decir siempre sin sonrojo.

que donde pone los ojos

sabe poner una bala.

por eso si empieza a hablar.

de la caza y sus percances.

se está un mes contando lances.

y no acaba de contar.

que empresas ha cometido.

y en que peligros ha estado.

por que lances ha pasado.

que cosas le han ocurrido.

su destreza y su coraje.

desde el venado inocente.

hasta el jabalí salvaje.

hay gente exagerada.

que asegura muy de veras.

que hasta conocen las fieras.

el rumor de sus pisadas.

y hay también quien asegura.

formalmente convencido.

que si un ciervo está subido.

de algún peñasco en la altura.

para que abajo se arroje.

y ciego se precipite.

basta con que se le grite.

Don Anastasio te coge!

y pasan tan grande miedo.

que en el cerro de Calamas.

se les figuran las camas.

de don Anastasio dedos.

jabalí que de acostado.

y al tirarle no le hiere

de miedo luego se muere.

al saber quién lo ha tirado.

y hasta hay jabalí instruido.

que soñándose en su cama.

a don Anastasio llama.

por su nombre y apellido.

cuanto animal volador.

y cuánto salvaje ser..

habrá rodado a los pies.

de tan diestro cazador.

si el país le autorizara.

y un fusil máuser le dieran.

ni aquí ni en España entera.

dos fieras bravas dejara.

tiene mucha sangre fría.

y es tirador consumado.

a quien jamás ha engañado.

su certera puntería.

es muy justa su arrogancia.

pues corta un pelo sutil.

de un balazo de fusil.

a mil metros de distancia.

si a los rifeños matara.

como mata jabalíes..

para dos mil marroquínes.

Don Anastasio bastara.

por eso se merecía.

tan valiente tirador.

ser el montero mayor.

de aquella gran cacería.

-Tres-.

La gente se fue a sus puestos.

con el debido sigilo.

y los diestros tiradores.

prudentemente escondidos.

esperaron preparados.

la venida de algún bicho.

para ganar honra y fama.

de tiradores diestrísimos.

todo se quedó en silencio.

todo se quedó tranquilo.

y solamente de lejos.

llegaba a los oídos

el rumor de la resaca.

y los latidos y gritos.

de perros y jaleadores

en cien ecos confundidos.

y así pasaron las horas

y el lugar de entrar el bicho.

les entró a los cazadores.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
un excelente apetito.

por lo cual don Anastasio.

que era el que mandaba dijo.

! a comer en este llano.

todos juntos ahora mismo!
... (ver texto completo)