•A la fea, el caudal de su padre la hermosea. El “amor” es ciego… cuando hay dinero de por medio. Aunque el ideal, en la mujer, sea que aúne belleza y dinero, este último, no pocas veces, puede suplir la falta de lo primero, pues bien sabido es que Con mucho dinero, todo es hacedero.
•A la fea el caudal la hermosea. = A la fea, el caudal de su padre la hermosea.
•A la fea, el dinero la hermosea. = A la fea, el caudal de su padre la hermosea.
•A la feria muchos van a ver y no a comprar.
•A la feria se va por todo; pero por narices no.
•A la fin loa la vida, y a la tarde loa el día. Con un marcado tono religioso, el refrán recomienda no confundir la felicidad pasajera, la que nos brinda el día a día, con la felicidad verdadera, la que se obtiene al final de la vida.
•A la fea el caudal la hermosea. = A la fea, el caudal de su padre la hermosea.
•A la fea, el dinero la hermosea. = A la fea, el caudal de su padre la hermosea.
•A la feria muchos van a ver y no a comprar.
•A la feria se va por todo; pero por narices no.
•A la fin loa la vida, y a la tarde loa el día. Con un marcado tono religioso, el refrán recomienda no confundir la felicidad pasajera, la que nos brinda el día a día, con la felicidad verdadera, la que se obtiene al final de la vida.