Hay caidas que nos sirven para levantarnos más felices (William Shakespeare)
Seduce más una buena conversación que un cuerpo (Chenoa)
A nadie te pareces, desde que yo te amo (Pablo Neruda)
Los hombres se parecen mucho en esencia, pero en la práctica llegan a ser muy distintos (Confucio)
Desde el instante en que el hombre comete un crimen, entra el castigo en su corazón (Hesiodo)
Hemos hallado al enemigo y somos nosotros (Kelly Walt)
El destino de muchos hombres depende de que haya habido una biblioteca en su casa paterna (D, Amicis).