
Descripción
Se trata de un cactus que se ha hecho muy popular en nuestros hogares durante la Navidad debido a su colorida floración en esta época del año.
Su tallo es cilíndrico con hojas largas, anchas y segmentadas, de entre 4 y 6 centímetros de longitud y color verde oscuro.
El borde de sus segmentos está formado por dientes en forma de sierra, un detalle que nos ayuda a diferenciarlo del cactus de Pascua, cuyos segmentos no presentan estridencias.
Su crecimiento es moderado, alcanzando una altura máxima de 40 centímetros. Es muy común que se esparrame alrededor de la maceta, por eso mucha gente la cuelga del techo.
Floración: suele producirse entre los meses de noviembre y enero. En función de la variedad, pueden adoptar un color blanco, naranja o rojizo, siendo este último el más común. La flor nace en el ápice de los tallos, y su corola está formada por múltiples pétalos ligeramente curvados. En caso de que el cactus no florezca, podemos forzarlo restringiéndole las horas de luz diurna.
Se trata de un cactus que se ha hecho muy popular en nuestros hogares durante la Navidad debido a su colorida floración en esta época del año.
Su tallo es cilíndrico con hojas largas, anchas y segmentadas, de entre 4 y 6 centímetros de longitud y color verde oscuro.
El borde de sus segmentos está formado por dientes en forma de sierra, un detalle que nos ayuda a diferenciarlo del cactus de Pascua, cuyos segmentos no presentan estridencias.
Su crecimiento es moderado, alcanzando una altura máxima de 40 centímetros. Es muy común que se esparrame alrededor de la maceta, por eso mucha gente la cuelga del techo.
Floración: suele producirse entre los meses de noviembre y enero. En función de la variedad, pueden adoptar un color blanco, naranja o rojizo, siendo este último el más común. La flor nace en el ápice de los tallos, y su corola está formada por múltiples pétalos ligeramente curvados. En caso de que el cactus no florezca, podemos forzarlo restringiéndole las horas de luz diurna.