Mira, la primavera
con su variada tinta
de verde la pradera,
y de rosa y de azul los aires pinta.
Ya de la nieve de las cumbres fluye
el sonoro torrente;
ya por las guijas murmurando huye
la bullidora fuente;
ya estallan flores y hojas
de cada rama en los hinchados broches;
ya canta el ruiseñor largas congojas
en el silencio de las tibias noches;
ya la brisa que enerva,
pasa, engendrando en lánguidos arrullos,
pintadas mariposas en la yerba,
rosas en los capullos;
ya con tiernos balidos
llama el cordero a la paciente oveja;
ya vienen a buscar junto a tu reja
las golondrinas sus antiguos nidos;
ya, en el cenit suspenso
el sol, la lluvia de oro
de luz derrama en el espacio inmenso.
Y en el templo sagrado de la vida
las aves forman el alegre coro;
las flores dan el perfumado incienso,
y al dulce amor la juventud convida.
con su variada tinta
de verde la pradera,
y de rosa y de azul los aires pinta.
Ya de la nieve de las cumbres fluye
el sonoro torrente;
ya por las guijas murmurando huye
la bullidora fuente;
ya estallan flores y hojas
de cada rama en los hinchados broches;
ya canta el ruiseñor largas congojas
en el silencio de las tibias noches;
ya la brisa que enerva,
pasa, engendrando en lánguidos arrullos,
pintadas mariposas en la yerba,
rosas en los capullos;
ya con tiernos balidos
llama el cordero a la paciente oveja;
ya vienen a buscar junto a tu reja
las golondrinas sus antiguos nidos;
ya, en el cenit suspenso
el sol, la lluvia de oro
de luz derrama en el espacio inmenso.
Y en el templo sagrado de la vida
las aves forman el alegre coro;
las flores dan el perfumado incienso,
y al dulce amor la juventud convida.