La matraca, carraca o carraco.
Es un instrumento musical de percusión de la familia de los idiófonos. Consta de un cuerpo o tablero de madera al que se le unen unos martilletes móviles, que pueden ser de madera o metal, que son los que se encargan de golpear el cuerpo de madera, según el tipo de matraca puede tener tres, dos, o un solo martillo, además también tiene un mango para sujetarla. El sonido se produce al sujetar la carraca por el mango y hacerla girar. Al ruido continuado de la matraca se le denomina matraqueo. En algunos casos, puede disponer de un asa, convirtiéndola en una matraca portátil para su uso en las calles, e incluso algunas tienen varios cuerpos de madera, a veces huecos, que se accionan con una manivela y mueve unos mazos de gran tamaño, encargados de causar el sonido, estas últimas son las llamadas matracas de campanario. Las matracas de campanario sustituían a las campanas, cuya misión era hacer callar a la multitud. Algunas de estas matracas de campanario todavía subsisten.
Es un instrumento musical de percusión de la familia de los idiófonos. Consta de un cuerpo o tablero de madera al que se le unen unos martilletes móviles, que pueden ser de madera o metal, que son los que se encargan de golpear el cuerpo de madera, según el tipo de matraca puede tener tres, dos, o un solo martillo, además también tiene un mango para sujetarla. El sonido se produce al sujetar la carraca por el mango y hacerla girar. Al ruido continuado de la matraca se le denomina matraqueo. En algunos casos, puede disponer de un asa, convirtiéndola en una matraca portátil para su uso en las calles, e incluso algunas tienen varios cuerpos de madera, a veces huecos, que se accionan con una manivela y mueve unos mazos de gran tamaño, encargados de causar el sonido, estas últimas son las llamadas matracas de campanario. Las matracas de campanario sustituían a las campanas, cuya misión era hacer callar a la multitud. Algunas de estas matracas de campanario todavía subsisten.