En 1920 el alemán Alfred Wegener propuso la teoría de la deriva continental, según la cual las masas continentales no están estáticas, sino que se mueven lentamente y en forma independiente sobre el manto terrestre. De hecho, se cree que hace unos 200 millones de años había un sólo supercontinente llamado Pangea, que se dividió en placas tectónicas. Se cree también que dentro de 100 millones de años se revertirá el movimiento que ha separado a América de África de modo que dentro de 250 millones de años se reunirán los continentes en una Nueva Pangea distinta a la anterior, en la que será Norteamérica y no Sudamérica la que chocará con África.