La ironía es la primera de las fórmulas utilizadas por Sócrates en su método dialéctico. Sócrates comienza siempre sus diálogos terapeúticos desde la posición ficticia que encumbra al interlocutor como el ducho y sabio en la materia a tratar. Dado que Sócrates es considerado como el hombre más sabio de Atenas es facil entender el porqué de la ironía. El siguiente paso del diálogo sería la mayéutica, esto es ayudar a sacar de dentro aquello que el interlocutor sabe pero ignora saber. Para ello el método socrático manda realizar preguntas sencillas sobre el tema en el que el sujeto ha sido nombrado como sabio. Después, las respuestas que el interlocutor daba a Sócrates eran rebatidas con la finalidad de que este las fuera completando y precisando bajo el auspicio y la guía del verdadero sabio.