Era tanta la mala la suerte de el hombre, que en la máquina tragamonedas le salieron tres limones y se ganó un exprimidor.
Era tan pequeño que se subia los calcetines y no veía.
Era tan borracho que murió y al incinerarlo ardió durante tres días.
Era tan petiso que en lugar de ser enano, era profundo.
Era tan gordo, que cuando tomaba un taxi, su ángel de la guarda tenía que viajar en otro.
Era tan pobre, que en lugar de sacar la basura, la entraba.
Era tan pequeño que se subia los calcetines y no veía.
Era tan borracho que murió y al incinerarlo ardió durante tres días.
Era tan petiso que en lugar de ser enano, era profundo.
Era tan gordo, que cuando tomaba un taxi, su ángel de la guarda tenía que viajar en otro.
Era tan pobre, que en lugar de sacar la basura, la entraba.