Era tan estúpido, que en las olímpiadas ganó dos medallas de oro. Una por estúpido y la otra por si la perdía.
Era tan gordo, que el cinturón se lo ponía con un boomerang.
Era tan tonta, que pensaba que el sexo estaba entre quinto y séptimo.
Era tan petiso que iba por los cuarteles para que le griten: " ¡alto!, ¡alto!".
Era tan alto, que cada vez que cagaba, los soretes gritaban: " ¡Aaaaaaaaaaaaah!".
Era tan flaca, que cuando sacaba la lengua, se iba de cara.
Era tan flaca, que para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo lugar.
Era tan viejo, que conocía al Mar Muerto cuando todavía estaba enfermo.
Era tan gordo, que el cinturón se lo ponía con un boomerang.
Era tan tonta, que pensaba que el sexo estaba entre quinto y séptimo.
Era tan petiso que iba por los cuarteles para que le griten: " ¡alto!, ¡alto!".
Era tan alto, que cada vez que cagaba, los soretes gritaban: " ¡Aaaaaaaaaaaaah!".
Era tan flaca, que cuando sacaba la lengua, se iba de cara.
Era tan flaca, que para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo lugar.
Era tan viejo, que conocía al Mar Muerto cuando todavía estaba enfermo.