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Los árboles frutales en jardines son una excelente opción para combinar alimentos naturales al alcance de nuestra mano y una interesante propuesta ornamental, dado que los frutos embellecen en gran manera a los espacios externos, brindando una gran paleta de colores que es un regocijo para la vista.
Junto a esa belleza mencionada, y al echo de contar con frutas de producción 100 % natural en nuestra propia casa, se suma la preciosa sombra que nos regalan en verano, ideal para compartir una merienda al aire libre bajo los aromas y el color de un manzano o un naranjo. Imperdible, ¿no?.
Para que los árboles frutales crezcan sanos y tengan una larga vida, es imprescindible elegir adecuadamente el lugar del jardín donde plantarlos. Lo más importante es que la ubicación seleccionada garantice que reciban luz solar directa. También hay que considerar que los suelos con exceso de humedad son perjudiciales para estos árboles, por lo que no debemos tender a colocarlos en terrenos con esas condiciones.
Con relación a la siembra, es clave optimizar la llegada de luz solar a las raíces, porque de lo contrario existe riesgo de deshidratación del frutal. Con ese objetivo, debemos plantarlos en forma erguida en un hoyo bien profundo, incluyendo una buena dosis de fertilizante tanto en el mismo hoyo como al tapar la plantación. En este último paso, también es conveniente incorporar abono.
Cuando pensemos en plantar varios frutales, es necesario considerar el espacio que debe existir entre ellos, para evitar problemas en el crecimiento. Siguiendo estos consejos, y con la debida paciencia, podremos disfrutar de un bello y frondoso frutal en nuestro jardín, que será tan útil como decorativo.
Junto a esa belleza mencionada, y al echo de contar con frutas de producción 100 % natural en nuestra propia casa, se suma la preciosa sombra que nos regalan en verano, ideal para compartir una merienda al aire libre bajo los aromas y el color de un manzano o un naranjo. Imperdible, ¿no?.
Para que los árboles frutales crezcan sanos y tengan una larga vida, es imprescindible elegir adecuadamente el lugar del jardín donde plantarlos. Lo más importante es que la ubicación seleccionada garantice que reciban luz solar directa. También hay que considerar que los suelos con exceso de humedad son perjudiciales para estos árboles, por lo que no debemos tender a colocarlos en terrenos con esas condiciones.
Con relación a la siembra, es clave optimizar la llegada de luz solar a las raíces, porque de lo contrario existe riesgo de deshidratación del frutal. Con ese objetivo, debemos plantarlos en forma erguida en un hoyo bien profundo, incluyendo una buena dosis de fertilizante tanto en el mismo hoyo como al tapar la plantación. En este último paso, también es conveniente incorporar abono.
Cuando pensemos en plantar varios frutales, es necesario considerar el espacio que debe existir entre ellos, para evitar problemas en el crecimiento. Siguiendo estos consejos, y con la debida paciencia, podremos disfrutar de un bello y frondoso frutal en nuestro jardín, que será tan útil como decorativo.