Se dice que Cleopatra escribió un tratado de belleza, desgraciadamente perdido, aunque se conocen algunos fragmentos citados por Galeno, Aecio y Pablo de Egina. Se sabe que se pintaba los párpados de
color verde, que usaba pestañas postizas; los labios se los pintaba de carmín, y en azul las venas de su frente y de sus manos. Se bañaba en leche de burra mezclada con miel, y para disimular las arrugas de sus ojos usaba una crema a base de pulpa de albaricoque.