Home Pensamientos Reflexiones Poemas Contacto
El de los ojos cafés
Entre la tarde y la noche, cálido y silente
presa de su mirada prohibida y salvaje,
como las sombras lo busco en el espejo
como tinieblas y luz entre los hilos de las horas;
esclava en su mirar fiero y callado lo descubro
distante de los días cercano de la noche
como cristal de su reflejo
soy susurro de su aroma,
y el eco de sus ojos.
El de los ojos cafés
Entre la tarde y la noche, cálido y silente
presa de su mirada prohibida y salvaje,
como las sombras lo busco en el espejo
como tinieblas y luz entre los hilos de las horas;
esclava en su mirar fiero y callado lo descubro
distante de los días cercano de la noche
como cristal de su reflejo
soy susurro de su aroma,
y el eco de sus ojos.
En su silencio indiscreto su mirada me observa
su sonrisa responde a mis ojos que callados lo perciben;
y él está lejos ¡ha! más lejos que nadie
pensando hilvanando sombras en la oscuridad
tú hombre, varón y niño;
que tejes mil cosas en la nostalgia del recuerdo
que hablo en mi silencio y me callas con el silencio tuyo
y me oyes a lo lejos como el viento
y me respondes ansioso hasta el último grito de mis ojos.
su sonrisa responde a mis ojos que callados lo perciben;
y él está lejos ¡ha! más lejos que nadie
pensando hilvanando sombras en la oscuridad
tú hombre, varón y niño;
que tejes mil cosas en la nostalgia del recuerdo
que hablo en mi silencio y me callas con el silencio tuyo
y me oyes a lo lejos como el viento
y me respondes ansioso hasta el último grito de mis ojos.