Casi en el centro del
valle de Mena, a la izquierda de la
carretera que lleva de
Burgos a Bilbao por Villarcayo y atraviesa todo el valle, pasado ya Villasana, cercana al ferrocarril de
vía estrecha “Bilbao-La Robla” y en terreno desigual, encontramos a
LA PRESILLA, a 43 km de Villarcayo y 119 de Burgos.
Lo rodean
Maltrana,
Opio de Mena (perdido en los
montes),
Ungo de Mena,
Partearroyo, y
Maltranilla.
No me ha sido posible encontrar en documentos antiguos, ni censos ni cartularios, datos sobre la aparición de su nombre escrito, pero ya en 1752 sus pobladores declararon en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada, que pertenecían únicamente al rey, al que pagaban tributos, es decir, era lugar de realengo.
Pascual Madoz de su Diccionario geográfico le atribuye en 1848 la exigua cifra de 15 habitantes. En sintonía con la inmensa mayoría de los
pueblos
de la provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX hasta llegar a 42 personas en el año 1900. Y vuelven a faltar datos de su
población a lo largo del siglo XX, sin duda por estar englobados con otros núcleos de población del valle. En el año 2000 la
parroquia aparece unida a la de
Entrambasaguas con 143 habitantes, pero sin especificar los que corresponden a cada una.