Pedro Miguel, me parece que es el tremendo perro guardián de Jesús padre. Le vi anteayer.
Jesús nos acompañó amablemente por el pueblo enseñándonos casi todas las cosas que merecen la pena ser vistas -en este bello e histórico pueblo- a seis personas que subimos desde Hoyos por el camino que una asociación que está intentando (re) abrir caminos históricos -no tengo más datos sobre ellos, nadie me ha sabido dar datos precisos- ha despejado a través de la impenetrable vegetación hasta llegar a la lora de Trashaedo.
Por cierto, este impenetrable bosque de hayas (gran parte del monte de Hoyos y gran parte del de Prádanos) y de robles (la zona más oriental del terreno de Hoyos) debiera ser atendido porque si se produjese algún incendio quizás se lo llevase todo por delante pues, como digo, forma una masa compacta sin apenas claros. Por ello, la acción de este tipo de grupos es encomiable y debe ser (re) conocida. Por fortuna hay gentes por ahí que piensan desde un vuelo bastante más elevado que en lo meramente crematístico.
Con Jesús intercambié algunas ideas sobre un infatigable visitante y estimulador de estos foros. Todo ello con admiración. Una vez más apuesto por el reconocimiento de las personas y grupos que hacen las cosas porque sí, porque hay que hacerlas si queremos sobrevivir.
Jesús nos acompañó amablemente por el pueblo enseñándonos casi todas las cosas que merecen la pena ser vistas -en este bello e histórico pueblo- a seis personas que subimos desde Hoyos por el camino que una asociación que está intentando (re) abrir caminos históricos -no tengo más datos sobre ellos, nadie me ha sabido dar datos precisos- ha despejado a través de la impenetrable vegetación hasta llegar a la lora de Trashaedo.
Por cierto, este impenetrable bosque de hayas (gran parte del monte de Hoyos y gran parte del de Prádanos) y de robles (la zona más oriental del terreno de Hoyos) debiera ser atendido porque si se produjese algún incendio quizás se lo llevase todo por delante pues, como digo, forma una masa compacta sin apenas claros. Por ello, la acción de este tipo de grupos es encomiable y debe ser (re) conocida. Por fortuna hay gentes por ahí que piensan desde un vuelo bastante más elevado que en lo meramente crematístico.
Con Jesús intercambié algunas ideas sobre un infatigable visitante y estimulador de estos foros. Todo ello con admiración. Una vez más apuesto por el reconocimiento de las personas y grupos que hacen las cosas porque sí, porque hay que hacerlas si queremos sobrevivir.