Por Pedro A. Lozano
Huerta
Sus habitantes celebran su fe en una
iglesia dedicada a la Natividad de Nuestra Señora,
románica, de 1147, con ampliaciones góticas posteriores en nave y cabecera,
bóvedas estrelladas y arcadas exteriores cegadas y alteradas.
El
ábside es
románico con arcadas y
capiteles,
cúpula de estuco con molduras policromadas y dos absidiolos.
La
portada es románica con cinco arquivoltas lisas y capiteles decorados con
fauna,
flora y figuras, “algunos de los cuales recuerdan al primer artista de Silos”. Tiene una anteportada románica sencilla. La
torre es cuadrada con
alero moldurado, con seis huecos y dos
campanas.
Recientemente restaurada.
La
pila es románica con relieves de hojas y ajedrezado, pie cilíndrico y peana cuadrada hundida; y el
retablo mayor, bueno, de Miguel Gutiérrez y Juan Rioseco, en 1610, es clasicista. Tiene otros dos buenos
retablos renacentistas. Es bueno el antepecho calado del
coro, que tiene
bóveda florida
en claves. Un
púlpito con molduras góticas. Y una lápida funeraria. Toda ella está declarada B. I. C.
Sus libros parroquiales dan comienzo en el año 1586.
Hay una
ermita dedicada a
San Julián, con restos de
arquitectura condal, probablemente edificada sobre otra visigótica.
En el
castillo del Picón de Lara nace en la primera década del siglo X el conde Fernán González.