En julio de 1483, el arcipreste de Santibáñez de Río Urbel contrataba un retablo para la iglesia de San Facundo de dicha villa con el pintor burgalés Fernando de Morales. La obra llevaría ocho paños, pintados a pincel, de oro, azul y brocado y colores finos; en ellos serían representadas escenas de la vida del santo titular. Llevaría también el retablo un relicario y en su zócalo las figuras pintadas de ocho profetas; las molduras del mismo serían doradas, e igualmente los arcos y el relicario. El ... (ver texto completo)