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Buen arco de piedra, LAS REBOLLEDAS

Al norte de la ciudad de Burgos, en una carretera que une la de Santander con la antigua de Aguilar de Campóo –Quintanaortuño con Mansilla–, al pie
del páramo y en terreno desigual, está situado LAS REBOLLEDAS, a 19 km de Burgos.
Le prestan límites y compañía Villanueva Río Ubierna, Celadilla Sotobrín, Santibáñez Zarzaguda, Miñón y Mansilla de Burgos. Hallamos su nombre escrito por primera vez en la documentación del monasterio de San Salvador de Oña el 3 abril de 1142 y era al mismo tiempo lugar de realengo y señorío del duque de Medinaceli, según declararon sus pobladores en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752.
Madoz le asigna 169 habitantes en 1848 –la cifra más alta de su población –al tiempo que lo presenta dividido en dos barrios con dos iglesias parroquiales: San Juan Bautista y San Miguel. Al revés que la inmensa mayoría de los pueblos de
la provincia, disminuyó su población en la segunda mitad del siglo XIX y contaba en 1900 con 139 personas. Siguió disminuyendo en la dura primera mitad del siglo XX y presentaba en 1950 un censo de 127 habitantes. Y le quedan tan sólo 11 personas en el año 2000, como fruto de los estragos de la cruel emigración