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Vista parcial del pueblo con la Colegiata de San Pedro al fondo, LERMA

La ExColegiata de San Pedro, está situada en la Plaza de San Pedro de la localidad de Lerma.

Se consagró en 1617 con grandes festejos para la Corte y los nobles, que duraron 21 días. El duque de Lerma consiguió que esta abadía dependiera directamente de Roma (por eso se ve el emblema papal por todas partes).

El Arzobispo de Sevilla, Don Cristóbal de Rojas y Sandoval, tío del Duque, concibió el proyecto de dotar a Lerma de una Iglesia de grandes dimensiones, no culminando el proyecto.

El duque retoma los planos, adaptándolos al estilo herreriano y ampliándola considerablemente. El Duque continuó la obra emprendida, dotándole de mayor amplitud, altitud y conservando las bóvedas de estilo gótico. Los planos son obra del arquitecto carmelita Fray Alberto de la Madre de Dios, que en 1613 inició la reforma. De planta de salón con tres naves, dispone de girola y capillas laterales, coro, trascoro, contaduría y baptisterio. Mide 222 pies de largo, 77 de ancho y 51 de alto; costó la fábrica unos 80.000 ducados.

A petición del Duque, la parroquia de S. Pedro fue convertida en Colegiata por el Papa Paulo V, recibiendo de Su Santidad una Bula designando a la Abadía, “nullius diócesis”, con dependencia directa de la Santa Sede e independencia total del Arzobispado de Burgos.

La fachada sur destaca por la monumental portada principal, con dos columnas dóricas sujetando un entablamento decorado con los escudos ducales en las metopas, coronado por cornisa rematada por bolas. En el centro, una hornacina con frontón semicircular y la imagen de S. Pedro. Como curiosidad, destaca la puerta que es la original de 1616 de madera de pino y clavos de bronce.

El bello retablo mayor es de estilo barroco, con abundante decoración, toda ella dorada, columnas salomónicas, decoración vegetal, estípites, amorcillos.

En el interior destaca por su belleza y solemnidad la estatua orante del tío del Duque, Don Cristóbal de Rojas y Sandoval, diseñada por Pompeo Leoni, realizada en bronce por Juan de Arfe y finalizada por Lesmes Fernández del Moral. También destacan los famosos órganos de 1615-16, construidos por Diego de Quijano, organero mayor de Felipe III. En la sacristía retratos del Duque, de Juan Pantoja de la Cruz pintor de cámara de Felipe III, cajonera de madera de nogal, cantorales, calvario. Destada entre todas las piezas, la preciosa mesa taraceada italiana, regalo de Papa Paulo V, que en origen fue mesa ceremonial de Palacio.