Buenos días, paso por paso, iré dando la réplica que se me niega. La palabra que se me zanja como si una no pudiera ser capaz de manifestar lo que piensa sin que haya amenazas de por medio. No entiendo cómo una antes era tan " interesante ", incluso "una de sus preferidas", que en esa lista éramos muchas, y a muchas, me consta, nos decía este señor lo mismo. ¡Tú sí que vales! para todo.
Y mira por donde ni hablar puede una, aunque sea de un tema general como me ocurrió la víspera del pleno en Rabé de las Calzadas. Es la segunda vez que el señor alcalde me increpa indirectamente, y amenaza a mi marido con que CIUDADANOS me está preparan una demanda judicial. Él, Dios le libre, no, es el partido quien me amenaza según su señoría. Y vale que la otra vez yo no estuviera presente cuando le hizo a mi esposo esa confesión de fe. Pero esta vez, es que estando presente, a mi me mandó callar, que no dijera nada, que le ofendía, yo creo que mi presencia y mi palabra. Y justo aprovecho a ir al baño y cuando salgo me encuentro con que este alcalde nuestro vuelve a intrigar en contra mí y a mis espaldas.
¿No seré yo dueña de lo que escribo para que si alguien tiene algo en contra vayan y me lo digan a mi, en la cara, que bien a las claras lo expongo?
Vamos a ver, que es verdad que escribo, pero poemas, con metáforas, y porque cuando quiero hablar y exponer me niegan la palabra. ¿Una persona particular? No, esto lo hace una persona pública, que yo, con casos personales no voy, que si opino es de cosas generales que suceden en el pueblo. Lo contaré cómo fue y cómo ocurrió todo. Y luego, si es verdad que ese partido de ese señor prepara un juicio sumarísimo contra mí que tenga material de sobra.
Hoy por hoy, y en este país, soy dueña de mis palabras y de mis pensamientos.
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