Desde estas líneas dejar constancia de mi agradecimiento a los señores Alberto y Pedro Díez, habida cuenta que por su mediación he podido localizar y visitar a Adelia Díez, residente ahora en Bilbao, quien cuidó de mi hermana y de mí cuando éramos muy niños.
Los
veranos nos llevaba a pasarlos a su población,
Villaescusa del Butrón, de la que guardo gratísimos recuerdos infantiles.
Ahora, transcurridos más de 60 años, hemos visto a Adelia y hemos visitado la población, sorprendiéndome felizmente
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