La antigua
ermita de
Quintanaloma fue reformada con los materiales de la
iglesia de
Loma. Hoy ejerce de
parroquia mientras que la antigua iglesia acoge un pequeño
museo.
Quintanaloma tiene también la
capilla, con el
ábside trasladado del
barrio de Loma, que ahora hace las veces de parroquia y sirve para el culto, dedicada a
Santa Ana, con ábside
románico con canes y
capiteles bastos, con
espadaña y un campanillo. Hay una buena Santa Ana triple con leyenda, del siglo XIII.
El
retablo mayor, que era barroco sin dorar, se vendió.
Sus libros parroquiales comienzan en el año 1814.