La
iglesia, ahora en
ruinas, está dedicada a
San Pedro, Apóstol. Era de una nave con una
capilla lateral, de 68 m² y 5 de altura. La cabecera conserva
bóvedas de cañón y el
ábside es rectangular. Se han llevado las
piedras de los
arcos de medio punto de la
portada, que miraba al norte, ubicada bajo
pórtico abierto. Y la
torre es rectangular, con tres huecos sin
campanas, que ahora suenan en
El Salvador, del Capiscol, en
Burgos.
Sus libros parroquiales comienzan en 1744.