En ese terreno alto de la provincia, de más de 1000 m, que por eso recibe el nombre de
los Altos, a escasos kilómetros de la
carretera de
Burgos
a Villarcayo, en la que une esta con la de Santander por
Pesquera de Ebro, en terreno desigual, encontramos a DOBRO, a 20 km de Villarcayo y 56 de Burgos.
Se siente arropado por Pesadas de Burgos, El Almiñé y Valdenoceda, bajado el
Puerto de la Mazorra, Ahedo y Porquera del Butrón, que están a su alrededor.
En el Catastro del Marqués de la Ensenada aparece como lugar de realengo, es decir, pagaba tributos al rey, de cuya protección gozaba 1 y encontramos su nombre escrito por primera vez en la documentación del
monasterio de
San Salvador de Oña el 12 noviembre de 1193.
En el año 1848 habitaban en lugar 94 personas, según consta en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz. Continuando la tónica de casi todos los
pueblos de la provincia, había aumentado considerablemente su población a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, presentando en 1900 un censo de 222 habitantes. Continuó su crecimiento en la difícil primera mitad del siglo XX, contando en 1950 con 282 personas. Y también han hecho mella en él los efectos de la implacable acción de la emigración en la segunda mitad del siglo, que lo han reducido
a 45 habitantes en el año 2000