LA SIEGA DEL
PAN.
"El trigo le dijo al centeno:
cañas vanas, cañas vanas,
mucho medras, poco granas.
El centeno al trigo dijo:
cállate tú, porretudo,
que a las faltas bien te ayudo."
Como en casi todas las faenas agrícolas había que madrugar y más en las faenas de
verano, para llegar a la senara al salir el sol, siempre se trabaja mejor "por la fresca" antes que empiece "la calor". El sol alistano tampoco daba tregua, si acaso se levantaba algo de aire fresco que aliviaba momentáneamente
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