DOCUMENTOS DEL MONASTERIO DE SANTA CRUZ DE VALCÁRCEL
Con el título de Santa Cruz de Valcárcel existió durante la Edad Media un monasterio benedictino, situado en uno de los tres barrios que hoy forman el Ayuntamiento de los Valcárceres (Villadiego, Burgos). Nos constaba de su existencia por haberle visto mencionado alguna que otra vez en historias locales pero ahí paraban nuestros datos, hasta que estudiando, hará unos meses, el archivo monástico de Palacios de Benaver, pudimos recoger algunas noticias y sacar copia de los documentos más importantes relativos al mismo. Son éstos en su totalidad inéditos, y ya que no se refieran a una institución importante, porque Santa Cruz de Valcárcel fué uno de tantos monasterios de segundo orden como se ven en la Edad Media, ofrecen algún interés para la historia castellana, especialmente de la región situada a orillas del Pisuerga y en la falda de las montañas de Santander.
Afirma un documento real de 1305 que el monasterio de Valcárcel fué fundación de los Reyes de Castilla; pero en nuestro sentir, tal aserto carece de valor histórico por ser pura fórmula cancilleresca, que entonces se aplicaba a cuantos monasterios sacaban confirmaciones de privilegios Convento de Benedictinas, provincia y partido judicial de Burgos, camino de Villadiego.
Los principios de Valcárcel se deben a un D. Pedro Fernández, personaje de noble familia y alta posición en tierras de Aguilar y Villadiego a mediados del siglo duodécimo. A poco de establecerse en Aguilar de Campóo, los premonstratenses o canónigos de San Norberto 2, D. Pedro Fernández se adelantó a ofrecer la casa y posesiones correspondientes que tenía en Valcárcel para que allí fundasen un monasterio de religiosas, si posible fuese, y si no, de religiosos, que debían profesar la regla de San Agustín. Ponía por condición expresa que no verificándose uno u otro, Santa Cruz de Valcárcel volvería a poder de los donantes, y esto debió ocurrir como veremos luego. La carta de ofrecimiento lleva la fecha de 4 de Agosto de 1165, y entre los que la confirman aparecen los altos dignatarios de la corte real, según podrá comprobar el lector en la Colección de documentos.
Los premonstratenses de Aguilar, o no efectuaron la fundación del convento, o la dejaron pronto, por motivos que desconocemos; pues en Febrero de 1163 existía en Santa Cruz de Valcárcel una comunidad de Benedictinas bajo la obediencia de D. ª Elo, quien según todas las probabilidades era la propia hija de D. Pedro Fernández. D.ª Elo fué la verdadera fundadora y la primera abadesa de Valcárcel; ella constituyó en el espacio de veinte años con repetidas compras y cambios, la dote de su monasterio, situándola en bienes raíces de los pueblos o aldeas comarcanos. En 1186 compró cuanto tenían en Valcárcel, Fernando Ruiz y su señora a cambio de un rocín; en 1187 se hizo con toda la propiedad de Gil Gómez y sus hermanos, sita en términos de Valcárcel; para su monasterio debió efectuar un cambio de heredades con el abad de los premonstratenses de Villamayor en 1201. Hemos logrado leer la carta o donación en que doña Elo fija la dote de su fundación y la hace libre y exenta del patronato de su familia, poniéndola bajo la protección del rey de Castilla. Lleva la fecha de 1195, y a lo que se dice fue otorgada en San Andrés de Arroyo en el mes de Noviembre de dicho año.
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Con el título de Santa Cruz de Valcárcel existió durante la Edad Media un monasterio benedictino, situado en uno de los tres barrios que hoy forman el Ayuntamiento de los Valcárceres (Villadiego, Burgos). Nos constaba de su existencia por haberle visto mencionado alguna que otra vez en historias locales pero ahí paraban nuestros datos, hasta que estudiando, hará unos meses, el archivo monástico de Palacios de Benaver, pudimos recoger algunas noticias y sacar copia de los documentos más importantes relativos al mismo. Son éstos en su totalidad inéditos, y ya que no se refieran a una institución importante, porque Santa Cruz de Valcárcel fué uno de tantos monasterios de segundo orden como se ven en la Edad Media, ofrecen algún interés para la historia castellana, especialmente de la región situada a orillas del Pisuerga y en la falda de las montañas de Santander.
Afirma un documento real de 1305 que el monasterio de Valcárcel fué fundación de los Reyes de Castilla; pero en nuestro sentir, tal aserto carece de valor histórico por ser pura fórmula cancilleresca, que entonces se aplicaba a cuantos monasterios sacaban confirmaciones de privilegios Convento de Benedictinas, provincia y partido judicial de Burgos, camino de Villadiego.
Los principios de Valcárcel se deben a un D. Pedro Fernández, personaje de noble familia y alta posición en tierras de Aguilar y Villadiego a mediados del siglo duodécimo. A poco de establecerse en Aguilar de Campóo, los premonstratenses o canónigos de San Norberto 2, D. Pedro Fernández se adelantó a ofrecer la casa y posesiones correspondientes que tenía en Valcárcel para que allí fundasen un monasterio de religiosas, si posible fuese, y si no, de religiosos, que debían profesar la regla de San Agustín. Ponía por condición expresa que no verificándose uno u otro, Santa Cruz de Valcárcel volvería a poder de los donantes, y esto debió ocurrir como veremos luego. La carta de ofrecimiento lleva la fecha de 4 de Agosto de 1165, y entre los que la confirman aparecen los altos dignatarios de la corte real, según podrá comprobar el lector en la Colección de documentos.
Los premonstratenses de Aguilar, o no efectuaron la fundación del convento, o la dejaron pronto, por motivos que desconocemos; pues en Febrero de 1163 existía en Santa Cruz de Valcárcel una comunidad de Benedictinas bajo la obediencia de D. ª Elo, quien según todas las probabilidades era la propia hija de D. Pedro Fernández. D.ª Elo fué la verdadera fundadora y la primera abadesa de Valcárcel; ella constituyó en el espacio de veinte años con repetidas compras y cambios, la dote de su monasterio, situándola en bienes raíces de los pueblos o aldeas comarcanos. En 1186 compró cuanto tenían en Valcárcel, Fernando Ruiz y su señora a cambio de un rocín; en 1187 se hizo con toda la propiedad de Gil Gómez y sus hermanos, sita en términos de Valcárcel; para su monasterio debió efectuar un cambio de heredades con el abad de los premonstratenses de Villamayor en 1201. Hemos logrado leer la carta o donación en que doña Elo fija la dote de su fundación y la hace libre y exenta del patronato de su familia, poniéndola bajo la protección del rey de Castilla. Lleva la fecha de 1195, y a lo que se dice fue otorgada en San Andrés de Arroyo en el mes de Noviembre de dicho año.
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