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LOS VALCARCERES: Orígenes del Monasterio de Valcárcel....

Orígenes del Monasterio de Valcárcel.
Las sucesivas enajenaciones del patrimonio monasterial nos han privado de numerosos documentos que hubieran arrojado más luz sobre la vida de Valcárcel en el siglo XIII. Por una carta de Alfonso X, fechada el 16 de Marzo de 1255, sabemos que el monasterio tenía hacienda y derechos de señorío en Aguilar, los cuales adquirió poco antes de fallecer la fundadora D.ª Elo; y que los cedió a este soberano a cambio de cuanto pertenecía a la Corona en Montorio y varios pueblos comarcanos. Desde esta fecha gozó el monasterio el señorío civil de este pueblo; sus habitantes eran solariegos de la abadesa, y por ende se gobernaban por las autoridades que ella designaba; a título de señora cobraba de los mismos la infurción consistente en tres fanegas de cereal y ocho dineros por cada vasallo, pero había renunciado a su favor los yantares y la martiniega que pagaban al rey antes de efectuarse el cambio que nos ocupa. No gozaba Montorio de otros privilegios, concedidos a vasallos de iglesias y monasterios, y por ende quedó siempre sujeto al pago de monedas, servicios y fonsadera siempre que las Cortes las votasen.
Fernando IV renovó los privilegios de protección real al monasterio, otorgados por sus antecesores, y amplió sus prerrogativas al estilo de las reconocidas a otras casas religiosas; e hizo constar, contra la verdad histórica, que Valcárcel era fundación de reyes «Por quel monasterio de Santa Cruz de Valcárcel, decía, es logar santo e honesto do es Dios servido, e en que se cumplen las siete obras de misericordia, e lugar que edyficaron los reyes onde yo vengo e que defendieron siempre e mantovieron siempre en sus franquezas e libertades; e porque vy privillejos de los reyes onde yo vengo, e cartas que les yo mandé dar en esta razón, recibo en mi guarda, e en mi acomienda e en mi defendimiento al monasterio sobredicho e a las monjas e a las frayras dende, e a los familiares dese mismo logar, e a todos sus heredamientos quantos y ayan, e mas a quanto que podyeren aver de aquí adelante, e a todas las sus cosas por doquier que las ayan, e todos sus omes e sus mayordomos e sus molineros e ortelanos e yugueros e vaqueros e ovajerizos, e sus vasallos e todos sus ganados por doquier que los ellas ayan, porque rueguen a Dios todos los días del mundo por el ánima del rey D. Sancho, mío padre, que Dios perdone, e por las ánimas de los reyes onde yo vengo, e por la mi vida e por la mi salud.
»E mando que anden salvos e seguros por todas las partes de míos reinos, tan bien en yermos commo en poblados; e los sus ganados que pascan las yerbas e bevan las aguas asy como los míos mesmos, non faziendo daño en mieses nin en viñas nin en prados dehesados: e los pastores que puedan cortar leña e sacar corteza paira cortir su calzado, e rama para sus ganados, e para fazer puentes por do pasen los ríos ellos e los ganados, e para las otras cosas que mester les fizier. E defiendo firmemente que ninguno non sea osado de Ies prender nin de Ies tomar ninguna cosa de lo suyo por prendasi que se fagan de un logar a otro nin de un concejo a otro nin poir otras razones ningunas salvo por su deuda conoscida e por fiadura que ellos mismos por sy ayan fecho, seyendo ante la deuda o la fiadura librada e juzgada por fuero e por derecho por ally por do se deviere juzgar».
A las pocas semanas de otorgar el rey este privilegio, dio al monasterio el magnate Rui Fernández de Tobar un Solar sito en Valcárcel, con facultad de enajenarle libremente, pero quedando al convento la obligación de hacer una memoria por el donante y su mujer D.ª Elvira. Y el Merino Mayor de Castilla, Garci Laso de la Vega, obtuvo de Alfonso XI en 25 de Octubre de 1315 le cediese temporalmente los tributos reales que diez vasallos de la abadesa, vecinos de Santa Cruz de Valcárcel, debían satisfacer según prescripción general a la Corona, destinando su producto al gasto del culto y a la compra de ornamentos y alhajas litúrgicas. Esta merced continuó hasta tiempos de Juan I, el cual la hizo perpetua sin excluir ninguna clase de tributo, por su carta fechada en Burgos a 12 de Noviembre de1379.
Al reinado de Fernando IV pertenece la institución de una capellanía en el monasterio. Efectuóla Juan Fernández Delgadillo con su mujer, Mayor Fernández. Era hijo de Díaz Fernández Delgadillo, que en 1284 había vendido a la abadesa D.ª Elvira Vélez una posesión, de cuyo acto fué fiador Rodrigo González de Urbel y testigo, entre otros, García González, adelantado del rey en Villadiego. La dotación de la capellanía consistió en la casa de Quintana Huma con sus pertenencias, tal como el fundador la adquiriera del noble Rodrigo Díaz Carrillo y de García Gómez, su hermano: se levantarían en medio del coro las sepulturas de Juan Fernández y su mujer, y se dirían una misa diaria por ellos, y tres aniversarios. Se hallaban presentes al otorgamiento de la escritura entre otros Diego Gómez de Sandoval, Gonzalo Pérez Natán, García González de Barahona, Juan del Faro, Gómez Sánchez de Susilla y Fernán González, de Cadalso.
* Luciano Serrano O. S. B., año 1941.