Templo parroquial dedicado al patrono de la villa,
San Juan Bautista, construido en mampostería e integrado por una sola nave organizada en tres tramos, dos de ellos cubiertos con
bóvedas de terceletes. El conjunto de la
fábrica es de formas góticas -últimas décadas del s. XV o primeras del XVI-, aunque se aprecia que el primer tramo se hundió y se levantó con posterioridad. No podemos olvidar en nuestra visita al templo el
retablo mayor de madera policromada, ubicado en el
ábside, que consta de banco, dos cuerpos y dos entrecalles. Importa sobre todo el conjunto de pinturas del banco (cuatro) y una en cada uno de los cuerpos que escenifican a cuatro
santas, de degollación de San Juan y la Adoración de los Magos. Estamos ante pinturas sobre tabla, de formas y
escuela castellano-flamenca. El conjunto se remataba en un clavario de formas y trazas góticas de madera policromada. Tanto algunos de los elementos estructurales de este recompuesto retablo, como las pinturas sobre tabla y algunas de las tallas de madera policromada parecen pertenecer a una obra de finales del siglo XV o principios del XVI y denotan haber sido realizadas por artistas de primera fila en su momento.
Estas notables pinturas tardogóticas junto con la
cruz procesional de planta labrada y repujada de formas góticas y el excelente
capitel románico (procedente de S. Pedro de Arlanza) que sirve de soporte a la
pila bautismal, son las más admirado por los visitantes.