CON LA MENTE EN MAMOLAR
Esta peste maldecida
que vino arrastrando luto
hoy podemos ver la herida
con un dolor absoluto.
Emiliano se marchaba
en su triste despedida,
algún pulmón le fallaba
viendo su vida perdida.
Sin poder acompañarle
en las horas deprimidas,
hoy solo toca llorarle
en estas fechas sentidas.
En su mente fue Mamolar
esa tierra tan querida,
siempre soñando el regresar
al ser cuna de su vida.
Este domingo de pena,
sin poder ir los amigos,
viendo triste la condena
de esta peste de castigos.
Emiliano se marchaba
sin explicar tan mal signo,
su caminar se acababa
en un penoso camino.
Mamolar quedaba lejos,
para el virus asesino,
en Hortaleza los viejos
temblaron por su destino.
Setenta y dos años fueron
los que Emiliano tenia,
su familia no creyeron
que el virus le mataría.
Sin acudir a su entierro
que yo siempre acudiría,
en mi soledad me encierro
al pensar en su agonía.
G X Cantalapiedra.
12 – de abril del 2020. D, E, P.
Esta peste maldecida
que vino arrastrando luto
hoy podemos ver la herida
con un dolor absoluto.
Emiliano se marchaba
en su triste despedida,
algún pulmón le fallaba
viendo su vida perdida.
Sin poder acompañarle
en las horas deprimidas,
hoy solo toca llorarle
en estas fechas sentidas.
En su mente fue Mamolar
esa tierra tan querida,
siempre soñando el regresar
al ser cuna de su vida.
Este domingo de pena,
sin poder ir los amigos,
viendo triste la condena
de esta peste de castigos.
Emiliano se marchaba
sin explicar tan mal signo,
su caminar se acababa
en un penoso camino.
Mamolar quedaba lejos,
para el virus asesino,
en Hortaleza los viejos
temblaron por su destino.
Setenta y dos años fueron
los que Emiliano tenia,
su familia no creyeron
que el virus le mataría.
Sin acudir a su entierro
que yo siempre acudiría,
en mi soledad me encierro
al pensar en su agonía.
G X Cantalapiedra.
12 – de abril del 2020. D, E, P.