En el extremo de la comarca de Juarros (del eskaldún zugarro = olmo) se encuentran estas dos pequeñas localidades:
Cabañas y
Matalindo. Su origen hay que buscarlo en el proceso de reorganización del territorio que se lleva a cabo en las diferentes poblaciones altomedievales del entorno. Desde el inicio fueron consideradas como
barrios de
Santa Cruz de Juarros y así siguen figurando en la actualidad. Los escasos vecinos que en ellos residen se resisten a abandonar un paraje tan idílico y fascinante, no escatimando esfuerzos por conservar con esmero sus viviendas y sus
calles. Los fines de semana se ven acompañados por un buen número de personas que trabajan en la ciudad de
Burgos, pero con el compromiso gustoso de regresar a su lugar natal en cuanto el trabajo se lo permite.
Entre las
fiestas que se mantienen destaca la celebrada en honor a la Presentación de la
Virgen (en torno al 21 de noviembre), a quien está dedicada la
iglesia renacentista que se yergue a lo alto, en plan de vigía, a medio
camino entre un
barrio y otro. Recientemente ha sido objeto de una reparación total de la cubierta, con lo cual podrá seguir sirviendo como lugar adecuado y digno para el culto. En el exterior sobresale la
torre cuadrada y la
portada de
arco. El interior se presenta como una nave con pilastrones, arco y, en la cabecera, una
bóveda de crucería. El
retablo mayor es neoclásico, adornado con una Virgen vestida, Santa Lucía y
San Miguel.