El Cid Campeador, MECERREYES

Por Yolanda Carranza Berezo
La Estatua del Cid de Mecerreyes, se encuentra a 700 metros del pueblo, en la BU-901 dirección Covarrubias, lo que antiguamente era el viejo Camino Real de Valencia, también llamado de Cuenca, ya documentado por Villuga en el siglo XVI.

Los habitantes de Mecerreyes levantaron en 2008, a la salida de la población, una escultura cidiana de grandes proporciones obra del escultor local Ángel Gil. Tiene unas dimensiones totales de 7,5 m. de altura. Se compone de una base, imagen del Cid y lanza. Cubierto de ropajes gruesos y duros, la mirara en dirección a Burgos.

La obra realizada en cemento especial, con estructura interior de hierro soldado. Es la escultura de mayor tamaño de esta famosa ruta. Foto obligada de los que realizan el camino. Son muchos los motoristas, coches, bicicletas, etc que hacen un alto en el camino para llevarse el recuerdo del paso por el municipio de Mecerreyes.

El contenido conceptual de la escultura del Cid se podría explicar de la siguiente manera:

La escultura representa a un glorioso jefe de los ejércitos en los momentos más tristes y duros, cuando salió de Burgos como un simple soldado desterrado. Con esa intención se plantea una imagen del Cid en su parte más humana, lejos de la gloria anterior de las grandes batallas, desterrado, solitario, con la tristeza del abandono por parte de su rey y saliendo de su querida tierra natal.

En esta escultura no aparecen ni su caballo ni sus espadas, que tanto éxito le dieron en su época de mando en los ejércitos castellanos. Se ve un hombre solo, obligado al destierro, sin poder. Un simple soldado de base y a pie.

Su mirada enfocada a Mecerreyes, en dirección a Burgos, su ciudad añorada que se ve obligado a abandonar.

Su rostro, serio y sobrio, refleja la fuerza y carácter de sus grandes hazañas e historia, siempre unida a su castilla señorial.

Sus ropajes gruesos, amplios, rugosos y pesados que transmiten la austeridad y abrigo de su época, también su situación de desamparo. El pose, erguido y con fuerza, con un ligero apoyo en su lanza y escudo que siempre le protegen ante la adversidad y los enemigos. Sus manos, rudas y fuertes, curtidas, sujetan con fuerza y seguridad la lanza, que en su extremo superior se ve ondear un estandarte, en movimiento, con vida, que recuerda lo que fueron sus grandes ejércitos y conquistas.

La obra se ha realizado en el propio municipio, en naves municipales, con la colaboración del ayuntamiento y parte de los vecinos. Tiene un peso aproximado de 7.500 kg con cimentación.