La Igleisa parroquial de
Santa Cruz se situa dentro del recinto
amurallado en la parte más alta de la ciudad. Fechada en el siglo XIV y de estilo de transición al
gótico presenta restos del siglo XII. Con planta de tres naves con
bóveda de crucería y muros gruesos con escasez de vanos que recuerdan al
románico y
ábside a continuación de la nave central con planta pentagonal. La
portada, muy posterior, es de estilo neoclásico.
En su interior destaca el bello
retablo tardo-gótico, del siglo XV, dedicado a
San Juan Bautista. En los laterales, se encuentran los mausoleos de los Salinas y de Pedro Ontañón, embajador de los Reyes Católicos.
También son de interés los
altares laterales con Jesús en la Cruz y la Dolorosa, además de los lienzos del siglo XVII que cuelgan de los muros del templo.