ESTANDARTE DE MELGOSA.
Había un estandarte en Melgosa que fue famoso por su tamaño. El mástil medía unos 7 metros y tenía 6 telas de 50 cms. cada una, rematado en la punta con una bola de bronce y una cruz pequeña. Además pendían dos cordones dorados con los que los ayudantes del porteador ayudaban a mantenerlo en vertical cuando hacía aire.
A principios de los años 50, con motivo de una gran sequía que amenazaba la pérdida de las cosechas, se organizó una rogativa a la Virgen del Castillo de Las Hormazas a la que acudieron más de treinta pueblos limítrofes con sus cruces y estandartes, destacando el de Melgosa por su envergadura que compitió con el de Susinos del Páramo por lo que hubo que medir los dos estandartes ganando el nuestro por unos centímetros. En aquella ocasión el porteador fue Gonzalo López, Mozo Mayor.
En otra ocasión con motivo de la celebración de un congreso eclesial en Villadiego, a la que acudieron más de medio centenar de pueblos de la comarca, todos con sus enseñas, también destacó el nuestro por su tamaño, oyéndose entre el público " ¡ojo con el de Melgosa!". En esta ocasión fue portado por el Mozo mayor, mi hermano Chechu y ayudado por dos vecinos, Chapero y el Mellizo, encargados de manejar los llamados vientos o tirantes.
Hacia el año 1954 se instaló la luz eléctrica y se colocaron varios cables por las calles del pueblo que dificultaban el paso del estandarte en las Procesiones. Siendo yo Mozo Mayor, en la maniobra de inclinar el estandarte para pasar por debajo, con un golpe de viento se me cayó al suelo y yo con él, quedando en vergüenza ante todos los asistentes. Temo que este episodio fuera una de los últimas exibiciones de Pendón de Melgosa.
Ahora la vara descansa en vertical en un rincón junto a la pila bautismal y la tela, ya rota, en un cajón de la sacristía. Amén.
Suso
Había un estandarte en Melgosa que fue famoso por su tamaño. El mástil medía unos 7 metros y tenía 6 telas de 50 cms. cada una, rematado en la punta con una bola de bronce y una cruz pequeña. Además pendían dos cordones dorados con los que los ayudantes del porteador ayudaban a mantenerlo en vertical cuando hacía aire.
A principios de los años 50, con motivo de una gran sequía que amenazaba la pérdida de las cosechas, se organizó una rogativa a la Virgen del Castillo de Las Hormazas a la que acudieron más de treinta pueblos limítrofes con sus cruces y estandartes, destacando el de Melgosa por su envergadura que compitió con el de Susinos del Páramo por lo que hubo que medir los dos estandartes ganando el nuestro por unos centímetros. En aquella ocasión el porteador fue Gonzalo López, Mozo Mayor.
En otra ocasión con motivo de la celebración de un congreso eclesial en Villadiego, a la que acudieron más de medio centenar de pueblos de la comarca, todos con sus enseñas, también destacó el nuestro por su tamaño, oyéndose entre el público " ¡ojo con el de Melgosa!". En esta ocasión fue portado por el Mozo mayor, mi hermano Chechu y ayudado por dos vecinos, Chapero y el Mellizo, encargados de manejar los llamados vientos o tirantes.
Hacia el año 1954 se instaló la luz eléctrica y se colocaron varios cables por las calles del pueblo que dificultaban el paso del estandarte en las Procesiones. Siendo yo Mozo Mayor, en la maniobra de inclinar el estandarte para pasar por debajo, con un golpe de viento se me cayó al suelo y yo con él, quedando en vergüenza ante todos los asistentes. Temo que este episodio fuera una de los últimas exibiciones de Pendón de Melgosa.
Ahora la vara descansa en vertical en un rincón junto a la pila bautismal y la tela, ya rota, en un cajón de la sacristía. Amén.
Suso