Mijaralengua es una pequeña localidad perteneciente al municipio de
Valle de Tobalina, en el norte de la provincia de
Burgos, en el extremo nororiental del Valle, en una loma algo elevada cercana al
río Ebro, no lejos de la desmantelada central nuclear de
Santa María de Garoña, en la comarca de Las Merindades.
El nombre quizás haga referencia a algún miliario
romano.
Siempre ha sido población de escasa entidad, nombrada en el Becerro de las Behetrías como Misuera Luenga, los escasos vecinos con que contaba en el siglo XIV eran todos hidalgos.
En su reducido casco urbano nos encontramos con
casas solariegas de los siglos XVIII-XIX, construidas en mampostería y sillar de arenisca, varias con solanas en la zona superior.
En el centro del
pueblo se encuentra su sencilla
iglesia renacentista dedicada a
San Pedro. Se trata de un templo de una nave con cabecera de
bóveda de
piedra,
ábside rectangular y
torre en
espadaña.
Junto al
camino de acceso al núcleo urbano, se conservan un conjunto de
piedras, que formaron en la
antigüedad el
menhir, actualmente desgajadas en bloque, que parecen haber sido colocadas en esta posición por la mano del hombre.
Existe un
palomar en Mijaralengua y es el único que se conserva íntegro en el Valle; es circular y se sitúa a la salida del núcleo urbano.