La
ermita de Nuestra Señora del
Valle es un templo de tipo
románico ojival de influencia bizantina en
España. Está situado en el
pueblo burgalés de
Monasterio de Rodilla. Se trata de un cenobio perteneciente a la segunda mitad del siglo XII, concretamente su origen se enmarca hacia el año 1170. A pesar de su
antigüedad, su estado de conservación es bueno. 1 El
edificio, de notable atracción turística, fue declarado Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931.
Historia
Antes de la existencia de la ermita actual, había en el pueblo un monasterio llamado
Santa María del Valle cuyo emplazamiento no se conoce con certeza. Existen dos posturas opuestas acerca del mismo: una de ellas manifiesta que el emplazamiento del monasterio fue el mismo que el de la actual ermita, mientras que la otra señala que estaba donde se sitúa actualmente la
iglesia gótica de
Santa Marina (también en Monasterio de Rodilla). Como se puede suponer, el nombre del monasterio (Santa María del Valle) dio origen al de la ermita (Nuestra Señora del Valle).
Está documentado que a principios del siglo XII, el conde Rodrigo Gómez de Bureba y su mujer Doña Elvira fueron dignos protectores del monasterio. A la muerte del conde, su viuda se retiró a Santa María del Valle. Según consta en los documentos, el hijo de ambos, de nombre Don Gonzalo, continuó con el apoyo al monasterio y ordenó edificar la actual ermita. Esta se construyó durante el periodo en el que Don Pedro Sánchez ocupaba el cargo de abad, hacia 1170 (siglo XII). La evidencia de que la iglesia no se puede remontar más allá del siglo XII debido a sus características arquitectónicas y decorativas es otro motivo de la aceptación de esta fecha.
En la colección diplomática de Oña se recoge el siguiente texto:
"El abad Pedro Sánchez dejó una memoria muy honrada para que nos acordáramos de él. Hizo la Iglesia de Nuestra Señora del Valle".
Posteriormente, el rey castellano Alfonso VIII (1155-1214) donó tierras a Nuestra Señora del Valle "en sufragio de su alma y de sus antepasados"
Interior
El interior es breve, recogido y sencillo. Presenta tres tramos:
ábside interior, crucero y nave. Es destacable que existe una notable diferencia de altura entre los tres tramos. A continuación se explica cada uno de ellos:
Ábside interior: transparenta los elementos decorativos del ábside exterior. Aparecen en él tres
ventanas, cada una en el centro de un
arco, con sencillos
capiteles. En el interior las ventanas son más abiertas que en el exterior, por lo que se encuentran abocinadas hacia el exterior. En esta división de la ermita está el
altar con su correspondiente mesa. Las luz que penetra en el interior por cada una de las tres ventanas converge en el altar.
Crucero: su elemento más interesante es la
cúpula, de media naranja. Su único
adorno es una moldura de
flores que bordea su abertura circular central. La cúpula aparece levantada por cuatro
arcos torales apuntados, entre los que figuran pechinas de cuello muy alargado. Estas pechinas, de origen e influencia bizantinas, permiten el paso de un espacio cuadrangular a otro circular. Su alargamiento y fino estilo producen una sensación de elevación y espacio. A su esbeltez y finura, contribuye el leve apuntamiento de los arcos, una aproximación a la estética gótica.
El crucero presenta dos absidiolos o nichos orientados hacia el sur y el norte respectivamente, en dirección perpendicular a la orientación de la nave. Cada uno de los dos absidiolos está resguardado por un arco de medio punto sostenido por dos
columnas de tamaño mediano, sobre el que se alza un tejadillo a dos
aguas de forma triangular.
Los capiteles del crucero repiten frecuentemente la temática de los
canecillos. Presentan evidentes restos de policromía. Su tema principal es la
naturaleza. Combinan motivos vegetales con otros zoomorfos: aparece un
león con las fauces abiertas, un águila con las alas extendidas, serpientes que se cruzan e incluso hojas de acanto y pájaros.
Nave: está formada por dos tramos cubiertos por una
bóveda de medio cañón, separados entre sí por un arco fajón apuntado con dos altas columnas adosadas y capiteles. Al fondo, se aprecian signos de un
coro de hechura posterior.
En la parte baja de la pared posterior se observa una pequeña
puerta ojival lisa, en gran parte cegada por el muro. Su parte no cegada conecta con el exterior a modo de
ventana. En lo alto de dicho muro, se distingue una ventana de medio punto cuyo único adorno es una moldura de tacos.
Exterior
A grandes rasgos, se trata de una iglesia de una sola nave estrecha y de altas paredes. Entre sus principales elementos destacan:
Planta general: es muy sencilla. Contiene los tres elementos básicos de una basílica
románica: nave, crucero y
santuario.
Ábside semicircular: se encuentra sobre un resistente zócalo. En su estructura semicircular se suceden tres arcos ciegos de medio punto. Estos son muy abiertos y se apoyan sobre machones. No incorporan capiteles. Comprenden toda la forma semicircular del ábside y surcan el muro. Al ser el ábside bastante extenso, los arcos resultan ampliamente abiertos, algo poco común en el ámbito ortodoxo.
El muro del ábside alberga tres pequeñas ventanas cuyo objetivo es iluminar el altar. Dichas ventanas se sitúan por debajo de los tres arcos (una por debajo de cada arco). Cada ventana se encuentra escoltada por dos sencillas columnas, una a cada lado. Las ventanas y columnas se apoyan sobre delgadas pilastras, situadas a varios metros del suelo.
El ábside contiene una pequeña inscripción muy deteriorada y prácticamente ilegible.
Vista del ábside semicircular.
Canecillos: también conocidos como modillones, son pequeñas piezas en las que se apoya el
alero de la ermita. El ábside del templo contiene 24 canecillos pero estos no se encuentran solo ahí sino que se esparcen por debajo del
tejado semicircular, rodeando el perímetro de la iglesia (además de en el ábside, se encuentran en la
torre, la nave y la
portada).
Los canecillos llaman la atención en gran parte por su gran variabilidad y temática. Encontramos en los canecillos representaciones de cabezas humanas, así como animales: águilas, arpías, leones, peces,
cerdos, cuervos e incluso un buey. También aparecen músicos, contorsionistas y hombres realizando diversas acciones como cargar un tonel o tocar un caramillo.
Portada: Se encuentra en un pequeño saliente de la
fachada frontal custodiado por un tejadillo. Está formada por un arco triple levemente apuntado. Las arquivoltas que aparecen en el triple arco están acompañadas de billetes a modo de ornamento. Presenta cuatro columnas acodilladas sobre jambas cada una de las cuales está rematada por un
capitel.
Partiendo de los elementos mencionados, la portada es románica pura en sus elementos y disposición, de influencia oriental por su
escultura y del
gótico incipiente por su arco.
Situación geográfica y
paisaje
En la comarca de la Bureba, Nuestra Señora del Valle dista 2 kilómetros del principal núcleo de Monasterio de Rodilla. Este pueblo se encuentra a los pies del
puerto de la Brújula. El
barrio más cercano a la ermita es el de Santa Marina. En él, se encuentra la iglesia gótica de Santa Marina, que da nombre al barrio.
El templo se sitúa en un valle custodiado por un risco rocoso de tamaño considerable. Entre los múltiples
árboles que destacan, abundan los
castaños. En la propia explanada de la ermita se encuentra una
fuente de
agua potable, así como un
merendero. Por detrás del templo se extiende un
camino no muy transitado.