La
Ermita de Nuestra Señora del
Valle es un templo de estilo
románico ojival de influencia bizantina.
Está situada en un entorno privilegiado, se encuentra a dos kilómetros del núcleo principal de
Monasterio de Rodilla. Se accede por la
carretera que conduce al Valle de las Navas, el templo muestra toda la grandiosidad y a la vez la sencillez de un estilo arquitectónico que aquí se expresa a la perfección.
Los monjes en el siglo X colonizaron el valle y emplazaron un monasterio junto a una
fuente, bajo una peña, algo alejado de la
vía romana. La ermita, fechada a finales del siglo XII, es el último vestigio del antiguo monasterio allí existente, anexionado al de Oña en 1063.
Templo de una sola nave, con dos tramos reforzados con
arcos fajones, crucero cubierto por
cúpula sobre pechinas apoyada sobre cuatro arcos torales doblados; se elevan pechinas sobre tales arcos hasta una moldura de puntas de diamante. Encima de este tramo se alza la
torre.
A los lados del crucero tiene dos templetes que se alojan mediante una curva en el espesor del muro, y avanzan con un
arco apoyado sobre dos
columnas, rematado por piñón angular.
La cabecera tiene
ábside con planta semicircular peraltada, con
bóveda de
horno seguida de cañón.
El hermoso paraje en el que se encuentra este
edificio, vigilado desde lo alto por las
ruinas del
castillo del conde de Bureba, Gonzalo Rodríguez, invita a pasar un día campestre en alguno de los
merenderos de su entorno y a disfrutar del
paisaje.