Qué lástima NOEMI. Efectivamente, todo resulta muy bonito y fue muy felicitado por todo el mundo. A la terminación nos tomamos unas copas, en el mismo colegio salesiano, preparado por las mismas señoras que formaban el coro. Hubo una pequeña sorpresa, que no podía esperar nadie. Mi hijo, terminaba el pregón con una poesía, que yo había escrito, y se le ocurrió, llamarme al atril, para que yo la leyera. Yo que tenía un nudo en la garganta, al escucharlo a él, hizo lo que pude y la leí.
Un abrazo ... (ver texto completo)
Un abrazo ... (ver texto completo)
Lamento mucho, Antonio, no haber podido escuchar el pregón y la declamación de tu poesía. Debe haber sido muy emotivo.
Estas letrillas son muy bonitas. El amor de una madre y la demostración de su afecto sin límites perduran por toda nuestra vida y en cada situación alegre o penosa.
Te comento que ayer tuve hipertensión pero por suerte con la medicación ya volvió a la normalidad.
¡Un gran abrazo para tí y los tuyos y para los demás amigos!
Estas letrillas son muy bonitas. El amor de una madre y la demostración de su afecto sin límites perduran por toda nuestra vida y en cada situación alegre o penosa.
Te comento que ayer tuve hipertensión pero por suerte con la medicación ya volvió a la normalidad.
¡Un gran abrazo para tí y los tuyos y para los demás amigos!