MONCALVILLO: ¡Hola, Antonio! Me encanta esta poesía tan cargada...

Hola, Victoria, me encanta tu visita! De dònde es ese paisaje tan bonito? Te mando èsto que escribì hace tiempo. Este regalo es tambièn para Noemì, mi tocaya, para Antonio, para Josè Luis y para todos los que sientan mi amistad:
"SENTIMIENTOS NUEVOS"

Te tiendo una mano, amigo,
transita conmigo.
Mi calle es angosta,
mas cabemos los dos.
Recordemos el pasado,
pero vivamos hoy.
Nuevos sentimientos afluyen.
¿Què temores escondemos?
La vida no es vida
sin vivirla.
El amor no es amor
sin sentirlo.
Cuando el amor llega a la vida,
el sol surge de uno mismo,
se es amanecer y crepùsculo a la vez,
se domina el tiempo y el espacio.
Uno crece por dentro
y derrama luz
que irradia a otro ser.

Venusina
Les gustò?
Hoy hace casi 30ª. El Tigre estaba precioso y salì a remar con Zenòn, mi marido. Lo ùnico lamentable es la inmensa cantidad de peces muertos por la contaminaciòn que parece imposible de frenar. Hace unos 30 años se podìa nadar en estos rìos. Besosss! Los quiero mucho a todos!

¡HOLA NOEMÍ CECILIA! Pues sí, tengopara entretenerme con los cuatro pequeñajos que me traen loco. El día que no los veo, me encuentro raro. Ayer pude disfrutar con dos de ellos el de 4 y 2 años, allá en mi pueblo. Los llevé al campo donde empieza Sierra Morena y disfrutaron de lo lindo. Los nietos son como un postre que saboreas, los hijos, por aquello del trabajo y las prisas, son como una comida rápida, antes de que te des cuenta, han crecido. Con los nietos, las prisas se acaban, tu lo que quieres es disfrutar con ellos y ellos contigo.
Te dejo estas letrillas.

CORAZÓN OTOÑAL

Me deslizo suavemente
Acosando al pensamiento
Y me evado sin querer
Siguiendo mis sentimientos

Persigo a la Luna llena
Cuando está sobre el poniente
Y en el Lucero del Alba
Me entretengo con la gente

Busco por el firmamento
Mi corazón destrozado
Por este amor otoñal
Que me tiene abandonado

Sigo las rutas del Cielo
Y nada puedo encontrar
Este amor que está perdido
Lo quiero recuperar

Voy de una Estrella a la otra
Contando mi desventura
Para ver, si alguna de ellas
Termina con mi amargura

Me dan pocas esperanzas
De recuperar mí estado
Mí desdicha me desploma
Mí gozo se ha evaporado

Lucharé sin tregua alguna
Por este amor otoñal
Con el corazón partido
Lo quiero recuperar
A. E. I.

¡Hola, Antonio! Me encanta esta poesía tan cargada de romanticismo y de honda pena por el amor perdido. Además muy acertada tu comparación y diferencia entre el disfrute de hijos y nietos. Yo aún estoy en la etapa de las comidas rápidas. Nadia, nuestra única hija, de 21 años, es estudiante universitaria, muy intelectual, y aún no tiene novio, o sea que me tengo que privar de los postres por bastante tiempo. ¡Me encantan los niños! Cuando tuve dos cargos de Asistente Social, Nadia volvía de su escuela a la casa de mis padres, que la disfrutaron y cuidaron muchísimo. Mamá la llevaba a natación a un Polideportivo, cuando tenía 7 años, y yo me hacía alguna escapada en medio de mis visitas domiciliarias para verlas, porque las extrañaba. Nuestra hija es del corazón o más aún del alma, pero es como si fuera de mis entrañas, porque muchas veces olvido cómo llego a nuestras vidas. Sólo sé y recuerdo muy bien que Dios la puso en nuestro camino para que fuéramos sus padres y la hiciéramos feliz. ¡Un abrazo! Y mil besos a tus nietos que aunque no los conozco, los adoro!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
NOEMI CECILIA, que bien me has retratado a tu pequeña, pues aunque tenga 21 añitos, para ti, estoy seguro que es tu pequeña. Si esa pequeña te la puso Dios en tus manos, es que sabía perfectamente el cariño que ibais a darle. Aunque no tengas nietos, creo que esa pequeña os servirá de postre, pues es todavía muy jovencita.
Leerte, NOEMI, es un placer, tienes siempre la palabra adecuada para que podamos entenderte a la perfección.
A mi pequeño, que ya va para 30, los otros dos van para 36 y 38 dentro ... (ver texto completo)